jueves, 24 de julio de 2008

Abuela Doble

Tardé mucho en colocar este post, pues mis días han estado un poco congestionados.
Hace poco me convertí en abuela de tres gatitos hermosos y dos perritos encantadores.
El parto de Misita, mi gata, transcurrió sin dificultades, salvo el hecho de que se empeñó en hacerlo en el interior del closet, sobre la ropa de mi esposo. Lo que no permitimos, claro esta.
Pero el de mi pastor Cleo fue tan traumático que prefiero no pensar mucho en él.
Ese día llovió mucho y ella no quiso parir en la casita que le construimos. Tuvo cinco cachorritos pero hoy sólo quedan dos. Dio a luz en horas de la tarde y ni mi esposo ni yo estábamos en casa.
Uno nació inferir a los demás y pese a múltiples intentos y cuidados, no pudimos salvarle la vida.
Otro de ellos falleció sin razones aparentes algunos días después.
La otra pérdida fue la más traumática de todas. Cleo llevó a sus crías a una parte del patio donde hay un desagüe que pasa por debajo de la casa. Cuando mi esposo y yo llegamos del trabajo nos dimos cuenta que un perrito se había caído por ahí y que otro estaba en la boca del desagüe. A ese último lo alcanzamos y lo pudimos salvar.
Pero el cachorrito que quedó dentro falleció, se asfixió mientras intentábamos sacarlo.
Tuvimos que romper el piso de la casa para poder sacar el cuerpecito del animal.
Fue una noche larga, triste y desesperante.

Pero hoy, ver a los cachorritos caminar, ladrar y a veces gruñir entre ellos cuando juegan a la pelea, me da esperanzas y me hace olvidar aquel episodio.
o.
Los perritos están saludables y los gatitos también. Me dará pena separarlos de sus madres cuando estén más grandecitos.

Y esperaré con ansias cuando salgan otra vez embarazadas.


Más tarde coloco fotos de ellos.